En otro artículo ofrecimos información sobre las bolas chinas y el placer sexual y, en esta ocasión, queremos hablar sobre sus familiares cercanas: las bolas tailandesas. Nos entusiasma poder tratar este tema en la WIKISEX porque, si bien la popularidad de las bolas chinas ha subido como la espuma en los últimos tiempos, muy poca gente ha oído hablar sobre las bolas tailandesas, a pesar de que prometen sensaciones muy placenteras. Además, ambos accesorios tienden a confundirse cuando sus características, usos y beneficios son muy diferentes.
Pero… ¿en qué se diferencian realmente las bolas chinas y las bolas tailandesas?
Lo primero que hay que tener claro es que las bolas chinas son de uso vaginal, mientras que las bolas tailandesas son un artículo especialmente diseño para uso anal, facilitando la estimulación de los músculos de esta zona durante el orgasmo. Son, por tanto un juguete erótico para hombres y mujeres, al contrario que las bolas chinas, que son un producto de salud sexual y están destinadas únicamente al público femenino. De hecho, las bolas tailandesas pueden ser un gran descubrimiento para ellos, porque permiten estimular el punto G masculino (ó también conocido como Punto P) y obtener así orgasmos más intensos.
Bolas chinas y bolas tailandesas también tienen un formato y un tamaño distinto. Las bolas chinas son dos bolas de 3 centímetros unidas por un cordón.