Aunque parezca imposible de creer, hay posiciones sexuales que a los hombres les resultan odiosas, ya sea por incomodidad o por el exceso de fuerza que deben poner en práctica.
A casi todos los hombres les gusta que una mujer sea creativa en el tema sexual,
que disfrute del sexo tanto como ellos, que se atreva a probar otros
comportamientos en la cama, pero de ahí a sufrir por complacerla… ¡hay
un gran trecho!
Por ello, en Salud180.com te presentamos aquellas que los hombres disfrutan menos:
2. Postura de Andrómaco.
Con el hombre boca arriba, su compañera se sienta encima en cuclillas o
arrodillada, con el busto completamente levantado. Ella controla la
profundidad y el ritmo. La dificultad reside en el ángulo de penetración, que puede incluso ser doloroso si el pene se dobla; además, es difícil alcanzar el orgasmo porque no tienen el control sobre su placer o por sentirse dominado.
3. Postura del jinete.
El hombre se acuesta boca arriba, mientras que su compañera se arrodilla
por encima de él, rodeando las piernas del hombre con las suyas. La
mujer controla la amplitud de los movimientos, tanto verticales como
horizontales, para aumentar las sensaciones en el clítoris y las paredes
vaginales, o bien para que él alcance el orgasmo más rápido. Esta postura puede resultar aburrida porque, tras varios minutos de estimulación, él sigue en actitud pasiva.
4. Postura del alineamiento perfecto. La mujer se coloca por encima del hombre, con las piernas separadas para facilitar la penetración. Una vez introducido el pene,
ella junta las piernas para que ambos cuerpos se superpongan en un
alineamiento perfecto. Es cuando la mujer empieza la estimulación
frotando su cuerpo, lateral y horizontalmente, contra el de su
compañero. La desventaja de esta postura es que limita la profundidad de penetración y la amplitud de movimientos.
No olvides que cualquier posición sexual que provoque incomodidad o escoriaciones en la piel, como el roce de las rodillas con la alfombra, es mejor suprimirla del repertorio; se trata de sentir placer, no incomodidad.