Estás con un chico en una noche de pasión, ambos ya desnudos,
envueltos en besos y caricias apasionadas, la temperatura se eleva por
momentos, su pene está plenamente erecto y os disponéis a uniros,
físicamente, mediante el coito y…plaf! Se fue, su pene cayó y tú no
sabes qué decir ni cómo actuar. Mientras, el chico se pone rojo como un
tomate, y sólo piensa “Tierra, ¡trágame!”.
Puede que te haya pasado alguna vez o, al menos, que le haya pasado a alguna amiga. Incluso alguna te ha podido comentar que su chico no llegó a tener erección en ningún momento, y ella se siente fatal pues piensa que no es lo suficiente atractiva para excitar a su chico y cree que la causa entonces sea ella.
Este caso, tan común en muchos hogares, no suele manejarse adecuadamente. Primero, porque se le da demasiada importancia a la erección, pensando que todo acaba cuando ésta desaparece, o que ni siquiera empieza si no hay una. Chicas, la sexualidad es mucho más que un pene erecto, no vayamos tan al grano y juguemos un poco, ¿no? Si alguna vez nuestro chico pierde la erección, sigamos como si nada, jugando y dándonos placer de mil y una formas, no nos chafemos el momento.
Por otro lado, tenemos que tener en cuenta que nosotras no siempre somos la causa de todas las cosas que ocurran en la cama. No tiene por qué ser debido ese “gatillazo” a nuestra falta de atractivo, por supuesto, así que ni lo pienses. Existen muchas otras causas para que esto suceda.
La disfunción erectiva, que es como se denomina a ese conocido “gatillazo", es la dificultad o incapacidad persistente para lograr o mantener la erección, y ha sido inadecuadamente denominada como impotencia.
Sus causas con muy variadas, desde la ansiedad, tensión o estrés, pasando por la diabetes, los problemas circulatorios, la arterioesclerosis, la edad avanzada, las enfermedades neurológicas, las lesiones medulares, la esclerosis múltiple y las insuficiencias renales crónicas, hasta llegar a los bajos niveles de testosterona.
Vamos, que hay muchas causas antes de pensar que es por ti. Aunque si es una disfunción selectiva, como por ejemplo, si no se le baja con la amante y con la pareja sí, yo sí me lo cuestionaría, claro.
En muchas ocasiones, el miedo a no dar la talla como hombre es suficiente para que un hombre pierda su erección. Sin duda las exigencias son contraproducentes en esto del buen funcionamiento sexual. No le presiones ni le infravalores si le pasa a tu chico, proponle que disfrutéis de otras formas para que se relaje y tome confianza en sí mismo.
Generalmente esta disfunción se soluciona bastante bien con un tratamiento psicológico, siempre que la causa no sea biológica, claro.
Existen cuatro grados en la erección. En el 1 el pene está más grande pero no duro. En el grado 2 el pene está duro pero no lo suficiente como para una penetración. En el 3 el pene está lo suficientemente duro para una penetración pero no lo suficientemente firme. Y por último tenemos el grado 4, que es aquel en el que el pene está duro y completamente rígido.
Para conseguir este último grado las empresas farmacéuticas, han creado medicamentos para potenciar la erección, como la conocida Viagra, aunque no es la única. Profesional y personalmente creo que se ha abusado de ellos y se han utilizado en personas que no lo necesitaban normalmente, generando así efectos secundarios no deseados, como problemas vasculares, entre otros.
Ana Sierra
Psicóloga, Sexóloga y Terapeuta Sexual y de Pareja
Puede que te haya pasado alguna vez o, al menos, que le haya pasado a alguna amiga. Incluso alguna te ha podido comentar que su chico no llegó a tener erección en ningún momento, y ella se siente fatal pues piensa que no es lo suficiente atractiva para excitar a su chico y cree que la causa entonces sea ella.
Este caso, tan común en muchos hogares, no suele manejarse adecuadamente. Primero, porque se le da demasiada importancia a la erección, pensando que todo acaba cuando ésta desaparece, o que ni siquiera empieza si no hay una. Chicas, la sexualidad es mucho más que un pene erecto, no vayamos tan al grano y juguemos un poco, ¿no? Si alguna vez nuestro chico pierde la erección, sigamos como si nada, jugando y dándonos placer de mil y una formas, no nos chafemos el momento.
Por otro lado, tenemos que tener en cuenta que nosotras no siempre somos la causa de todas las cosas que ocurran en la cama. No tiene por qué ser debido ese “gatillazo” a nuestra falta de atractivo, por supuesto, así que ni lo pienses. Existen muchas otras causas para que esto suceda.
La disfunción erectiva, que es como se denomina a ese conocido “gatillazo", es la dificultad o incapacidad persistente para lograr o mantener la erección, y ha sido inadecuadamente denominada como impotencia.
Sus causas con muy variadas, desde la ansiedad, tensión o estrés, pasando por la diabetes, los problemas circulatorios, la arterioesclerosis, la edad avanzada, las enfermedades neurológicas, las lesiones medulares, la esclerosis múltiple y las insuficiencias renales crónicas, hasta llegar a los bajos niveles de testosterona.
Vamos, que hay muchas causas antes de pensar que es por ti. Aunque si es una disfunción selectiva, como por ejemplo, si no se le baja con la amante y con la pareja sí, yo sí me lo cuestionaría, claro.
En muchas ocasiones, el miedo a no dar la talla como hombre es suficiente para que un hombre pierda su erección. Sin duda las exigencias son contraproducentes en esto del buen funcionamiento sexual. No le presiones ni le infravalores si le pasa a tu chico, proponle que disfrutéis de otras formas para que se relaje y tome confianza en sí mismo.
Generalmente esta disfunción se soluciona bastante bien con un tratamiento psicológico, siempre que la causa no sea biológica, claro.
Existen cuatro grados en la erección. En el 1 el pene está más grande pero no duro. En el grado 2 el pene está duro pero no lo suficiente como para una penetración. En el 3 el pene está lo suficientemente duro para una penetración pero no lo suficientemente firme. Y por último tenemos el grado 4, que es aquel en el que el pene está duro y completamente rígido.
Para conseguir este último grado las empresas farmacéuticas, han creado medicamentos para potenciar la erección, como la conocida Viagra, aunque no es la única. Profesional y personalmente creo que se ha abusado de ellos y se han utilizado en personas que no lo necesitaban normalmente, generando así efectos secundarios no deseados, como problemas vasculares, entre otros.
Ana Sierra
Psicóloga, Sexóloga y Terapeuta Sexual y de Pareja