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Secretos para practicar el sexo varias veces al día intensificando el placer y demorando la eyaculación


Una introducción al sexo tántrico, planteando las diferencias con la sexualidad occidental, y algunas técnicas básicas para demorar la eyaculación e intensificar el placer sexual.
Tantra procede de dos antiguas palabras del sánscrito cuyo significado es expansión y liberación. Es una forma de enseñanza budista e hindú que considera el sexo como una forma de expansión y exploración de la espiritualidad. En el tantra se utilizan todos y cada uno de los cinco sentidos hasta el límite, siendo bueno todo aquello que te produzca placer a ti y a tu pareja.
La idea es que implicando todo vuestro ser en una unión sexual sin culpas, el placer se transforma en dicha e inyecta energía a toda vuestra vida, comportando resplandor y curación. La energía sexual, como puede confirmar mucha gente, posee el poder de transformar tu vida, hacerte feliz y aportarte seguridad y autoestima.
‘El tantra es la filosofía de la plenitud y la unidad en la que se aconseja al hombre explorar su lado femenino y a la mujer sus cualidades masculinas’ explica Linda Sonntag en su libro ‘Sexo sensacional’. Allí se recomienda a los dos componentes de la pareja mantenerse físicamente en forma y sanos, y meditar juntos.
En la cultura occidental orientada hacia los logros, el orgasmo está considerado como el objetivo del sexo, especialmente en el caso de los hombres. En el tantra, la satisfacción femenina y el orgasmo son muy importantes, pero el orgasmo masculino debe demorarse para prolongar la dicha.
‘El viaje es todo y, una vez alcanzada la meta, el viaje ha finalizado’, explica Linda Sonntag. El hombre queda agotado tras la eyaculación, por lo que los practicantes del tantra aprenden a llegar al orgasmo sin eyacular. Los hombres que practican el sexo tántrico pueden tener múltiples orgasmos, al igual que orgasmos en todo el cuerpo, como las mujeres.
Algunas técnicas tántricas:
Existen diversas formas para conseguir que la erección remita y demorar la eyaculación.
- Quédate totalmente quieto, relaja los músculos genitales y anales, y empuja la lengua contra el paladar, justo detrás de los dientes.
- Permanece quieto y respira profundamente y con regularidad.
- Retira un poco el pene hasta que pase la urgencia, y a continuación alterna nueve empujones débiles con uno más profundo.
- Presiona el perineo con el índice y el pulgar, entre el ano y el escroto. Puedes hacerlo tú mismo o tu compañera.
- Utiliza la técnica de la presión, creada por los sexólogos Masters y Johnson. Coloca el pulgar en el frenillo, en la parte inferior del pene, con los dedos índice y medio en las ondulaciones del glande en la parte superior del pene, y aprieta durante 10 o 15 segundos. En este caso, también puedes hacerlo tú mismo o tu compañera.

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