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Podofilia, o el erotismo de los pies



Cuenta la leyenda que Andy Warhol tenía un pie momificado en su mesa de luz. Y que Elvis Presley descalzaba a sus mujeres antes de hacerlas pasar por su cama. Y que Fedor Dostoyevsky estaba obsesionado por ellos. Y que a Quentin Tarantino le fascinan de tal manera que en casi todas sus películas les rinde un pequeño homenaje… Y podríamos seguir. Es que los pies han generado –y siguen haciéndolo- un fetichismo inigualable en la historia del sexo.   
“Algunas personas dicen que observar los pies femeninos les produce placer. Dicen que pueden pasar horas sólo mirándolos, analizando su forma y textura y que esa es su mejor experiencia sexual. No tienen sexo, sino que el placer está puesto en esa conducta”, explica Sandra Lustgarten, psicóloga y sexóloga. Y detalla: Los fetichistas –reconocidos hoy como tales- no necesitan más que un juguete, un objeto cualquiera que tenga para ellos cierta representación fetichista. Esta práctica consiste en la excitación erótica (que puede llegar al orgasmo) a través de un objeto, sustancia o parte del cuerpo en particular”.

Sexualidad último modelo
Cada vez esta pasión por los pies es más frecuente. De hecho, es notoria la cantidad de imágenes y videos triple X que los incluyen y el incremento de su consumo en la industria pornográfica. Además, en el mundo hay una tendencia: es increíble el número de prostíbulos y cabarets en el que las mujeres sólo le muestran sus pies a los clientes para que estos gocen mirándolos.
La industria de los juguetes también se ha sumado a la podofilia (pasión erótica por las extremidades inferiores) con Sifeet Pussy Foot, un pie realizado en silicona que cuenta con una vagina en el medio de la planta.  
Y las redes sociales no podían quedar afuera de todo esto. Ya no solo citas de amor se concretan a través de la web, cada vez son más los mensajes que buscan mujeres con lindos pies y que les permitan a los hombres que jueguen con ellos.
De  Dostoyevsky a Pulp Fiction: el erotismo de los pies gana lugar en el sexo del siglo XXI.   

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