El orgasmo femenino es un éxtasis de enorme intensidad de entre 10 a 50 segundos que sienten las mujeres ante una experiencia sexual satisfactoria. Fisiológicamente es una serie de espasmos y contracciones musculares. En el hombre se supone que se produce para expulsar los espermatozoides dentro de la vagina. En el caso de las féminas es diferente porque no se requeriría tener un orgasmo para lograr la fecundación. Investigadores expresan que se trata de lograr placer para estimular que se repita la experiencia, al igual que en el hombre, por motivos de supervivencia de la especie. Científicos evolucionistas consideran que el orgasmo femenil facilitaría el ascenso de los espermatozoides hacia el útero...
Lo cierto es que cuando la mujer tiene un orgasmo, las contracciones y el impacto de la experiencia le provocan un letargo y estar acostada evita que la esperma salga como ocurriría si se incorporara, reduciendo de esta forma la probabilidad del embarazo.
Las mujeres no tienen la misma facilidad que los hombres para llegar al orgasmo. Esto se debe a que el hombre, por razones culturales y por discriminación a la mujer, hasta el siglo XX consideraba que la mujer orgásmica no era digna del hogar. Esto hizo que una gran mayoría de féminas no tuvieran o simularan no tener orgasmos. En el siglo XX, Master y Johnson demostraron que más de un 40% de mujeres no tenían orgasmos. Para ese entonces los hombres se creían más “machos” si sus mujeres tenían orgasmos. Es la época en que las mujeres sin orgasmos simulaban tenerlos para que sus maridos no las rechazaran. Todavía algunas lo hacen. Hoy, las mujeres quieren tener sus orgasmos y los hombres deben entender que el sexo no es solamente penetrar y en cinco minutos eyacular.
Las mujeres no tienen la misma facilidad que los hombres para llegar al orgasmo. Esto se debe a que el hombre, por razones culturales y por discriminación a la mujer, hasta el siglo XX consideraba que la mujer orgásmica no era digna del hogar. Esto hizo que una gran mayoría de féminas no tuvieran o simularan no tener orgasmos. En el siglo XX, Master y Johnson demostraron que más de un 40% de mujeres no tenían orgasmos. Para ese entonces los hombres se creían más “machos” si sus mujeres tenían orgasmos. Es la época en que las mujeres sin orgasmos simulaban tenerlos para que sus maridos no las rechazaran. Todavía algunas lo hacen. Hoy, las mujeres quieren tener sus orgasmos y los hombres deben entender que el sexo no es solamente penetrar y en cinco minutos eyacular.
Tanto en el sexo como en el amor los dos deben disfrutar del placer del orgasmo. Las claves del orgasmo femenino, además del amor, la querencia o el deseo, los afectos, besos, abrazos y cariños preliminares, comienzan por el clítoris porque si este no forma parte de la relación sexual el éxtasis en la mujer no sucederá. El 95 % de las damas aseveran que llegan al orgasmo por los toques con las manos y bocas al clítoris, además de la penetración, y tardan un promedio de 20 minutos para obtenerlo. Otra llave hacia el orgasmo es la posición sexual. La posición del misionero impide que el hombre y la mujer estimulen el clítoris. En todo caso, es preferible que ella esté arriba con sus piernas en torno a el, para controlar los tiempos y el ritmo, o usar posturas de lado con el detrás y las manos libres para acariciar.
¿Problemas con el orgasmo?
En primer lugar, identifica el problema. Visita al Medico sexólogo para descartar limitaciones fisiológicas.
Si eres pre-orgásmica, nunca habrás tenido un orgasmo. Si eres anorgásmica eres capaz de tener orgasmos a través de la masturbación, pero no teniendo sexo con tu pareja. ¿Cuál de las dos eres tú? Si nunca has tenido un orgasmo lo primero que debes hacer es probar con un vibrador. Casi todas las mujeres pueden llegar al clímax de esta manera, y así lograrás tener una idea de cuál es tu problema. Después de aprender a tener orgasmos con un vibrador —simplemente sostén el artefacto sobre la zona del clítoris con tus labios vaginales cerrados—, llegará el turno de aprender a tenerlos masturbándote con los dedos. El próximo paso será enseñarle todo esto a tu pareja y luego experimentar con el sexo oral. Las formas más seguras que tiene una mujer para llegar al orgasmo son: un vibrador, sus dedos, o la lengua de su amante.
Agrega un poco de lubricante personal al masturbarte —mejor que sea una buena cantidad de lubricante— y notarás una gran diferencia.
Para llegar al orgasmo... Aprende a conocer tu cuerpo. Compra algunos libros educativos o de referencia, especialmente algunos que hablen de la masturbación y de los orgasmos. Mientras menos sepas de sexo, menos probabilidades tendrás de alcanzar el clímax.
No detengas la estimulación por el miedo a orinarte —u orinarlo. Las primeras veces que alcances el clímax podrías sentir que estás por orinarte.
Sin embargo, esto no es así. No te preocupes. Cierra los ojos e intenta bucear cada vez más profundo en esta sensación maravillosa.
¿No puedes llegar incluso con un vibrador? Entonces podría haber involucrados algunos factores psicológicos. Acude al profesional de la conducta o terapeuta para que te ayude.
Pasemos ahora al otro caso. Si puedes llegar al clímax sola, ¿por qué no puedes hacerlo con él? Bienvenida a un club enorme.
El 77% de las mujeres encuentra más fácil llegar al orgasmo solas que con sus parejas. Incluso aquellas que encuentran el valor para mostrar a sus amantes la técnica con la que logran hacerlo, muchas veces se quedan en las puertas.
¿Por qué? Porque el hombre no lo hace por el tiempo suficiente. Ésta es una noticia de última hora: recientes estudios demuestran que los hombres prefieren que se les diga qué hacer en la cama.
La razón por la que ellos se detienen demasiado rápido es porque les toma mucho menos tiempo llegar al orgasmo, y pueden asumir lo mismo para ti.
Dile que puede tomarte algo de 20 minutos alcanzar el orgasmo y él se relajará y hará las cosas con mayor calma.
Si aún así no puedes tener tu clímax sin un vibrador, será tiempo de hacer una pequeña presentación. “Vibrador, te presento a [Inserta el nombre de tu amante]. [Escribe el nombre de tu amante], te presento a mi vibrador”.
En un principio, deberás sostenerlo contra tu clítoris mientras él se ocupa de ti en otra forma: masajeando tus senos, besándote, penetrándote con los dedos, etcétera.
Una vez que ambos sepan que puedes hacerlo usando un vibrador, la presión se habrá evaporado. A medida que él adquiera más práctica en la técnica que te gusta, procura usar menos y menos el vibrador.
Deja que tu hombre te aproxime cada vez más al orgasmo sin el uso del vibrador.
Posiblemente, debas terminar la tarea con el amigo de plástico, pero eventualmente conseguirás atravesar esa barrera y explotar de placer solo con tu hombre.
Si quedas atrapada en la puerta y no puedes cruzarla, prueba cambiando la estimulación —posiblemente te hayas desensibilizado—. Intenta agregando algo nuevo.
Si estás abierta a la estimulación anal, un dedo bien lubricado y dotado de sensibilidad y oportunismo podría hacer el truco.
Una buena oportunidad para mejorar tu vida sexual, es realizar un Taller de Sexualidad y Erotismo.
Fuente: www.elaguamansa.com