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¿Por qué los hombres se duermen después del sexo?



Explicación para mujeres y excusa para hombres. En esto pueden derivar las conclusiones de una investigación francesa que escaneó el cerebro de varios hombres antes y durante un orgasmo. Al parecer, la corteza cingulada y la amígdala, dos áreas de la materia gris masculina, dan la orden al resto del cerebro para desactivar cualquier sensación de deseo después de una relación sexual. Perfecto argumento masculino para acurrucarse y entregarse al sueño…
El estudio, publicado en la revista Neuroscience and Biobehavioral Reviews, también indicó que esto se ve acompañado por la secreción masiva de dos sustancias químicas, la oxitocina y la serotonina, que inducen un profundo sueño.
“Estos experimentos nos dan las primeras pistas sobre lo que sucede en el cerebro durante el orgasmo. Después de tener un orgasmo, los hombres por lo general experimentan un período refractario por lo que no se pueden despertar”, explicó a Daily Mail el neurocientífico Serge Stoleru, líder de la investigación a cargo de Inserm, un establecimiento francés de investigación médica. “Para las mujeres parece ser diferente. No parecen tener un período refractario fuerte y pueden pedir más cuando sus parejas sólo quieren un descanso”, aclara.
Las endorfinas y otras sustancias que se liberan al torrente sanguíneo después del orgasmo son las causantes del sueño que muchos hombres sienten después de tener relaciones. También algunas mujeres, aunque no son mayoría. Un estudio de la Universidad de Michigan y la Universidad de Albright, en Pensilvania, indicó que el hecho de quedarse dormido (o dormida) después del sexo es señal de que el amor es profundo.
El sexólogo Walter Ghedin explicó a Entremujeres que “tener sexo exige una importante actividad corporal, la cual decrece luego de producida la eyaculación y el clímax del orgasmo. Se denomina fase de resolución al período posterior a la descarga orgásmica, tanto en hombres como en mujeres. La diferencia entre uno y otro sexo está en la capacidad que tienen las mujeres de repetir sus orgasmos (multiorgasmo). Los hombres, en cambio, entran en una fase refractaria a nuevos estímulos sexuales (etapa que suele ser muy breve en los adolescentes o en adultos jóvenes, y más prolongada en los hombres mayores)”.
En este sentido, “la imposibilidad de volver a tener ganas de un nuevo acercamiento, más la relajación muscular, llevan con mucha frecuencia a que los hombres se duerman luego de tener sexo. A estas consideraciones de índole fisiológica se suman otras, como por ejemplo, la dificultad en la comunicación (‘no tengo nada para decir’), no saber expresar cómo vivió la experiencia (‘la pasé bien, eso es suficiente’), la automatización o las costumbres (‘siempre lo hicimos así’) y otras excusas (‘estoy cansado, mañana hablamos’)”, comentó Ghedin.
¿Una charla asegura la felicidad?
Mimarse y hablar tras tener sexo es una forma crucial de expresar a la pareja su compromiso con el otro. La charla post-sexo podría ser tan importante como lo que pasa en la “previa” o, incluso, durante las relaciones.
El mencionado estudio de la Universidad de Michigan concluyó que la felicidad de una relación se dirime entre quedarse o no dormido tras una sesión de sexo. Daniel Kruger, autor principal de la investigación, dijo que encontró un mayor deseo de vinculación emocional, afecto y comunicación en aquellos participantes cuya pareja se durmió primero.
Las personas cuyas parejas se durmieron inmediatamente después de tener relaciones tenían muchos más deseos de abrazar y charlar que aquellas cuyas parejas que no se durmieron después del sexo. “Dormirse antes de la pareja puede ser una manera no consciente de cancelar cualquier conversación de compromiso después de relaciones sexuales”, comentó Susan Hughes, co-autora del estudio y profesora de psicología.

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